El estudio sobre el arroyo del Fresno recoge que no se conoce «con exactitud» su trazado

M. VARELA LANGREO.

El arroyo del Fresno es clave para el futuro del área deportiva de Pénjamo. Que deba transcurrir en superficie podría suponer atravesar todo el complejo por la parte donde están los equipamientos que se pretenden rehabilitar y poner en valor.

El pasado mes de noviembre en la Junta General del Principado la consejera de Cultura, Berta Piñán, afirmaba que «la decisión que se adopte» respecto a la recuperación de las piscinas de Pénjamo «depende de la disposición económica y de una voluntad política que responda a las peticiones, sensibilidades y necesidades». Tras diez años de cierre de forma unilateral, por parte del Gobierno regional, este complejo deportivo presenta un claro deterioro, pero el principal escollo para una recuperación, aprobada por todos los grupos políticos en el Ayuntamiento de Langreo, es el arroyo del Fresno.

Un pequeño arroyo, hoy soterrado a su paso por el complejo deportivo y de ocio de Pénjamo, que desde la Confederación Hidrográfica apuestan por su regeneración dejándolo al aire libre antes de acometer cualquier actuación en la zona. El Principado encargó en octubre de 2019 un «estudio hidráulico del estado actual y de la propuesta de trazado a cielo abierto del arroyo del Fresno», siguiendo dicha recomendación.

El estudio sobre el arroyo del Fresno recoge que no se conoce «con exactitud» su trazado

En el mismo, conocido este mismo año, se puntualiza que «una vez que el arroyo se adentra en las instalaciones deportivas, no se ha encontrado registro alguno que permita determinar fehacientemente su trazado en planta». Si bien, se recogen datos que lo sitúan debajo de las piscinas. Debido a una rotura «entre la piscina cubierta y la piscina al aire libre situada al este, de forma que se ha podido identificar en ese punto el arroyo encauzado a través de un cajón de hormigón».

Por lo que para salvar las piscinas, como piden los vecinos y para lo que el Ayuntamiento de Langreo ha reservado dos millones de euros de su remanente, se debe delimitar en primer lugar un nuevo trazado para sacar a cielo abierto el arroyo. El estudio concluye con que «se plantea un nuevo trazado para el cauce del arroyo el Fresno, de forma que se consiga un incremento de la naturalización del mismo, evitando los tramos entubados mediante la implantación de una propuesta de trazado a cielo abierto».

Lo negativo para la recuperación de este espacio es que se puntualiza que «el trazado a cielo abierto en planta seguirá el mismo curso que los tramos del arroyo del Fresno actualmente entubados, y en la zona encauzada en la que no se conoce con exactitud su trazado, seguirá el curso natural de la vaguada, espacio ocupado actualmente por pistas y piscinas al aire libre y por la piscina cubierta». De seguir estas recomendaciones cabe suponer que no se podrán recuperar las piscinas, ya que por ellas transcurrirá el arroyo a cielo abierto.

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