Los productos más absurdos (y caros) de las firmas de lujo: de Balenciaga a Chanel Los productos más absurdos (y caros) de las firmas de lujo: de Balenciaga a Chanel

Balenciaga va de polémica en polémica mientras reina en el Olimpo de la moda tras haber hecho de las zapatillas feas ('ugly shoes' o 'chunky sneakers') el objeto de deseo del año. Sus Triple S son ya parte de la historia de la moda al ser las zapatillas más buscadas de los últimos años que se agotan cada vez que se reponen, a pesar de que tienen un precio de 700 euros. Si bien las últimas noticias sobre la firma fundada por el español Cristóbal Balenciaga (ahora pertenece al grupo Kering) no son tan positivas.

Porque ha sido demandada por una empresa de ambientadores llamada Little Tree por su última creación: un llavero con forma de pino. Un accesorio que tiene un gran parecido con los ambientadores de pino para el coche y es precisamente por eso por lo que esta compañía ha denunciado a la marca, ya que cree que ha plagiado su diseño y esta imitación podría confundir a los consumidores.

El precio de este llavero es de 195 euros, una cantidad bastante elevada para no ser más que un llavero. Si bien ese es el secreto del lujo: vender productos que a precios elevados gracias a su prestigio, tradición y calidad de sus diseños y prendas. Por ello, esa fama que tienen este tipo de marcas como Balenciaga les permite vender algo tan corriente como un llavero a casi 200 euros.

Pero esta firma no es la única que vende este tipo de productos de adorno o accesorios a precios prohibitivos para muchos. La mayoría de firmas del sector del lujo comercializan artículos que no tienen una función determinante a precios mareantes.

Como decíamos, Balenciaga no está sola. La mayoría de marcas que compiten en este segmento tienen productos de adorno a precios disparatados. Una de ellas es Dior, la 'maison' francesa por excelencia que ha hecho de la Alta Costura su punto fuerte. En su caso tiene también productos para picar a los clientes como algo tan inútil en apariencia como una mitzah. A buen seguro a muchos no les suena este nombre, pero una mitzah es, básicamente, una cinta para anudar en la muñeca. Sin más. Dior tiene varias a la venta confeccionadas en seda que cuestan 160 euros.

Otro producto cuyo precio puede considerarse demasiado alto para lo que es una correa para los bolsos por 1.250 euros. En este caso, está compuesta de tela adornada con medallones y detalles de piel. Qué decir de las fundas para el móvil -solo para iPhone 7- que pueden llegar a los 730 euros, pues están hechas de piel de becerro.

Como no podía ser de otra manera, Chanel, quizá la marca de lujo más reconocida y admirada del mundo, tiene sus productos accesorios. Por ejemplo, la casa fundada por Coco Chanel tiene a la venta unas camelias para adornar la ropa -a modo de broche- que superan los 900 euros. También están hechas de piel de becerro y seda.

Además, una goma de pelo de la marca cuesta 330 euros y también tiene su propio llavero. Todavía a un precio mayor que el de Balenciaga. Porque el llavero para el bolso de Chanel cuesta cerca de 1.000 euros. Tiene la forma de un marinero, lleva el inconfundible logo de Chanel y está realizado en metal, perlas de cristal, strass y resina.

Pasemos ahora a otra firma francesa. Louis Vuitton, que comenzó vendiendo baúles de viaje y fue así como se hizo mundialmente famoso, tiene uno de los portfolios más completos del mundo del lujo. Ropa, bolsos, gafas de sol, zapatos, accesorios, decoración para el hogar e incluso libros de peluche. Entre los extraños objetos que vende se encuentra una peonza que cuesta 160 euros, un peluche en forma de oso por 450 euros o adornos que no se sabe muy bien qué función tienen por la misma cifra.

Por su parte, en la italiana Versace podemos encontrar alfombrillas para el baño que se van hasta los casi 300 euros, en Dolce&Gabanna unos pantys con lentejuelas por cerca de 500 euros o en Saint Laurent un clip para llevar aparejados los billetes en la cartera que cuesta 145 euros. Productos que se pueden considerar más bien caprichos solo para los bolsillos más privilegiados.

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