Los comerciantes dicen que el retraso de la obra de Ricardo Carapeto paraliza nuevas tiendas

NATALIA REIGADAS Badajoz

Hace 20 años que los vecinos de San Roque tienen que andar por el barro y sin iluminación por un tramo de 300 metros de su avenida principal, que mide un total de 1,8 kilómetros. El estado de la primera parte de Ricardo Carapeto es un peligro para los peatones, pero además tienen consecuencias económicas. Los comerciantes del barrio aseguran que el retraso en esta obra está provocando que empresas no se instalen en la zona.

«Es urgente, no solo por el peligro, sino porque nos perjudica. Es una de las entradas más importantes de Badajoz y hay empresas que quieren ubicarse», se lamenta Alberto González, presidente de la Asociación de Comerciantes y Empresarios (ACE) de San Roque.

En concreto, el representante de los comerciantes de la zona señala que una compañía importante pretende ocupar una nave comercial con un proyecto que podría atraer mucho público a la zona, pero está a la espera de las obras. Y esta no es la única iniciativa empresarial pendiente en la zona.

«Hay grandes compañías interesadas en instalarse en Ricardo Carapeto, pero necesitamos las aceras»

Alberto Caballero, ACE San Roque,

El tramo sin urbanizar ha ido ganando protagonismo los últimos años. Se han instalado varios comercios y cada vez tiene más trasiego de gente, pero no hay aceras, ni farolas ni pasos de cebra.

La situación actual del comercio en San Roque es positiva y no quieren perder oportunidades. La pandemia provocó el cierre de varios locales, «pero se está recuperando bien, a un ritmo mayor que otras zonas de Badajoz. Incluso hay inversores que han contactado con nosotros para instalar centros importante», revela Caballero. «Pero siempre estamos muy pendientes del arreglo del último tramo, es un tema muy importante para nosotros», añade.

El presidente de los comerciantes denuncia que es un proyecto aprobado desde hace mucho, pero que no se ejecuta. Esta semana el Ministerio de Transporte ha anunciado que ha aprobado el proyecto de trazado de esta obra, que costará 1,4 millones, pero quedan varios trámites por completar.

Otra cuenta pendiente para los empresarios es la modernización de su centro comercial abierto. Las infraestructuras que se montaron en la avenida cuando recibió este título están desaparecidas o muy deterioradas. Por ejemplo, explica Caballero, «había unos totems (cartelería con el directorio de empresas) que estaban en muy mal estado y se tuvieron que retirar». En su lugar, asegura este empresario hay un compromiso municipal por instalar nuevas columnas, pero de última tecnología. Sin embargo, no hay fecha para hacerlo.

Las nuevas columnas incluirían pantallas con información y un directorio moderno de los comercios. También servirían para dar wifi a la avenida, podrían cambiar la iluminación e incluirían música. Así mismo supondrían un apoyo a la seguridad de la zona porque los comerciantes quieren que tengan cámaras de seguridad. «Es un proyecto muy bonito y muy interesante. Estamos esperando».

Sin embargo, el representante de los empresarios pide que, antes de instalar las columnas, se repare la avenida. La ACE de San Roque ha pedido al Ayuntamiento que ejecute una reforma integral de Ricardo Carapeto. «No puedes dar dos pasos sin ver una valla de la policía, está muy abandonada, en mal estado», se lamenta Caballero.

Aprovechar el tirón de los juzgados, el próximo reto

N. R. P./BADAJOZ.

Solicitan que se cambien los acerados por completo y también el mobiliario urbano.

Los comerciantes piden este apoyo para lograr que Ricardo Carapeto siga siendo una avenida con apenas locales vacíos, con ambiente y con tirón comercial. El presidente de los comerciantes del barrio cree que el éxito de este centro comercial abierto se debe al carácter especial de la zona. «Es lo que digo siempre en el Ayuntamiento, San Roque es diferente».

Los otros dos centros comerciales con los que cuenta Badajoz, la calle Menacho y el Casco Antiguo, han sufrido mucho más la crisis comercial. En el primer caso la dependencia de las franquicias, algunas han cerrado y apuestan por los centros comerciales, ha dejado muchos locales vacíos. En el caso de la zona monumental el problema es aún más grave y apenas queda tiendas.

Ricardo Carapeto, sin embargo, mantiene el tono comercial. Cuenta con la ventaja de ser el barrio más poblado de la ciudad, con más de 14.000 residentes, y muchos de sus vecinos hacen sus compras en la zona, sin desplazarse. Lo consiguen porque cuentan con un comercio muy variado, desde supermercados de las marcas más conocidas a tiendas de ropa de gente del barrio.

«El sitio donde compro el 'babi' de mi hijo es el sitio donde los compraba mi madre, de siempre. Lo conoces de siempre», explica María Jesús Gumiel, vecina de San Roque.

Rafael Fernández, otro residente, también está orgulloso del ambiente de su barrio. «Nos faltaba pescadería y han abierto una. Y puedes conseguir buenos precios además en el barrio. Aquí nos ayudamos».

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