Más de 70 policías sin pantalones

La Policía Local de El Puerto de Santa María (Cádiz, 88.000 habitantes) no tiene pantalones, según denuncia el sindicato mayoritario de este cuerpo municipal. Hace ya una semana que la mayoría de la plantilla acude a su puesto de trabajo con sus pantalones particulares (y las prendas reglamentarias solo de cintura para arriba); automáticamente, el intendente les dice que de esa guisa no pueden patrullar. Conclusión: más de 70 agentes —el 80% del personal dedicado al patrullaje— llevan desde entonces parados. Esta polémica es la enésima de un cuerpo dirigido por Rafael Muñoz, el intendente que insultaba —y ha vuelto a hacerlo recientemente— a miembros del Gobierno en redes sociales.

“Los últimos pantalones nos los dieron en el verano de 2017. Desde entonces, nada, cuando tenían que darnos unos de verano cada año y los de invierno cada dos años”, denuncia uno de los responsables del sindicato UPLB-A —el mayoritario del cuerpo— que prefiere mantenerse en el anonimato. La situación se ha agravado a raíz de los nuevos protocolos de limpieza por la covid-19, que obliga a los trabajadores a lavar los uniformes con mayor frecuencia y a mayor temperatura. Hartos de remiendos y de incluso “pedir prestadas” prendas a policías de otros ayuntamientos cercanos, según apunta el mismo agente, los municipales se plantaron el pasado 30 de abril, día en el que la mayoría de los funcionarios comenzaron a ir con pantalones propios, tanto vaqueros como de chándal.

El día no fue casual, justo era la jornada en la que comenzaron a congregarse centenares de moteros de toda Andalucía, debido al Mundial de Moto GP de Jerez que se celebraba el domingo y el levantamiento de las restricciones perimetrales entre provincias. La ausencia de agentes se hizo patente con carreras improvisadas en esos días y se ha hecho evidente en jornadas sucesivas, en los que apenas hay policías en el patrullaje de calles, la vigilancia en el depósito municipal de vehículos, las entradas o salidas de los colegios o las peticiones no urgentes de los ciudadanos. “La carta de llamadas está llena de ‘no se puede atender por falta de efectivos’. Nosotros vamos a nuestro puesto de trabajo y cumplimos con la jornada, pero el jefe [el intendente Rafael Muñoz] no nos da servicio porque no estamos reglamentariamente uniformados”, explica otro agente.

Más de 70 policías sin pantalones

En UPLB-A —sindicato con 78 afiliados de una plantilla de 110 policías— aseguran que lo que están viviendo es un problema de gestión que se solventa con voluntad. “Nuestro problema es mucho más profundo. Esto es solo la punta del iceberg”, denuncian, en referencia a otras dificultades en su desempeño laboral como la falta de personal, la situación de los equipos de transmisión o la falta de mantenimiento de las instalaciones. Desde el Ayuntamiento, dirigido por PP y Ciudadanos, prefieren guardar silencio sobre el conflicto, aunque fuentes cercanas al equipo de gobierno aseguran que la dotación de nuevos uniformes está en trámites de contratación. Por su parte, el sindicato SPPME —minoritario y sin representación en la Junta de Personal municipal— se ha desmarcado de la protesta de los pantalones.

La falta de uniformes sacude a una policía municipal que ya se ha visto envuelta en otras controversias. En 2019, el Ayuntamiento —entonces gobernado por PSOE e IU— solicitó que se devolviese el dinero a las 269 personas que un solo agente multó en una mañana. Pero el mayor escándalo lo protagonizó en mayo de 2020 el intendente y jefe de la Policía Local, Rafael Muñoz, después usar su perfil de Facebook —en abierto— para insultar a miembros del Gobierno y llamar “comunista de mierda” al entonces vicepresidente Pablo Iglesias y “borracho” a Fernando Simón, director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias. Tras arrepentirse y borrar su perfil por petición del Ayuntamiento, Muñoz hace semanas que volvió a la carga y, esta misma semana, llamaba “ratas” a los candidatos de izquierdas a la Comunidad de Madrid. Este mismo jueves, UPLB-A ha registrado un escrito en el Ayuntamiento denunciando que el jefe fuma “habanos” en el interior de la jefatura. “Estamos hartos de la pasividad y la chulería. Después de lo de los insultos no se hizo nada. Pedimos que se actúe con responsabilidad y se depuren responsabilidades”, reclaman desde el sindicato.

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