El (pen)último desafío de Megan Markle

La duquesa de Sussex, en el primer trimestre de su embarazo, sorprende con un estilismo que reta al estricto protocolo inglés: vaqueros rotos «low cost».

Meghan Markle acapara todas las miradas allá donde va. El pasado 17 de enero acudió a un almuerzo de negocios con su nueva mano derecha, el ex redactor de discursos Brexit, Christian Jones contratado por Kensington Palace para que asuma el papel de subsecretario de prensa. A partir de ahora se hará cargo del contacto con los medios británicos e internacionales y de la agenda de Markle.

El restaurante italiano Chucs, situado en Notthing Hill fue donde se celebró el encuentro y donde se pudo ver su avanzado estado de embarazo, que por la forma se rumorea que podría llegar a esperar hasta dos bebés en lugar de uno. Incluso algún medio ya ha llegado a especular con la posibilidad de que sean trillizos. Las alarmas saltaron cuando Meghan apareció por sorpresa en los British Fashion Awards del pasado 2018 (donde se saltó una regla de protocolo real) y las sospechas se hicieron más que evidentes. Las redes sociales se hicieron entonces eco de lo abultado del embarazo de la esposa del príncipe Guillermo. Se puede decir que la duquesa de Sussex posee un estilo inconfundible muy diferente al de su cuñada, Kate Middleton, y es que la segunda no se ha saltado en ninguna ocasión el protocolo real. Sorprende ver a algún miembro de la familia real británica cuando luce informal, y en esta ocasión, Markle ha llamado la atención luciendo unos vaqueros rotos de lo más casual. La prenda se puede encontrar en H&M en la sección de premamá por 23.99 euros. Por si fuera poco, ha añadido un detalle más al «outfit», remangando la pernera, siguiendo, por su puesto, las últimas tendencias en moda.

Mala relación

El (pen)último desafío de Megan Markle

El «look» lo ha combinado con un jersey ajustado de cuello vuelto en color azul marino a juego con un abrigo tres cuartos de estilo militar con botones en dos hileras paralelamente en color dorado. Las gafas de sol, con montura dorada son de su amiga Victoria Beckham, estilo aviador, que le dan un toque innovador al conjunto. Además, se ha atrevido a llevar unos sttileto en color beige de la marca Stuart Weitzman y un bolso de Mulberry en color marrón. Este atuendo le ha costado inumerables comentarios tachándola de inadecuada. Lo cierto es que este acto no figura en la agenda oficial de eventos de la casa real británica, por consiguiente sería un error decir que no iba acorde a la situación.

Al contrario de lo que ocurre con la reina Isabel II, que tiene a Markle entre sus royal favoritas, su marido el duque de Edimburgo no parece tener demasiada complicidad con la esposa de su nieto, el príncipe Guillermo, de la que ha llegado a afirmar, según cuentan en sus círculos más próximos, que no es apta para desarrollar su labor como miembro de la familia real. Fuentes cercanas confirman que cuando están juntos no hay muy buena relación, y por este motivo no suelen coincidir.

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