Los Ksi-meritos, cigotos de juguete que alimentan la polémica

No llegaron a la Argentina formalmente, pero no son pocos los argentinos que cuando viajan a México se encuentran comprando los Ksi-meritos (se pronuncia casimeritos) a pedido de sus niños, sin saber muy bien qué son esos simpáticos muñequitos y su arsenal de accesorios.

Si en los tempranos ochentas nos sorprendimos con los bebotes que hablaban o con los que hacían pis, la industria ha dado un paso adelante y creó estos personajes que encajan perfecto en el discurso de las organizaciones provida y que horrorizan a quienes están a favor de la ley de interrupción voluntaria del embarazo: se trata de cigotos en su etapa más temprana, que no casualmente se parecen a demandantes bebés.

Creados por la empresa mejicana Distroller, tienen stands propios en las principales jugueterías de aquel país y están siempre entre los más vendidos para las ocasiones especiales vinculadas a los niños. Pero es un fenómeno que cruza fronteras, ya que existen páginas en redes sociales sobre "Ksi-meritos en la Argentina" o variadas ofertas en sitios de venta digital.

¿De qué se trata? De unos muñecos que forman parte de la serie Neonatos (que significa “recién nacidos”, aunque no sea el caso y en esa confusión radique parte de la intencionalidad del discurso) creada por la empresa y que incluye una gran variedad de personajes como Sigotos (con s), Prematuros y Mikromeritos. Cuestan cerca de 30 dólares, y los complementos no bajan de 10.

Los Ksi-meritos, cigotos de juguete que alimentan la polémica

La publicidad del lanzamiento, que tiene ya seis años, cuenta con seis millones de reproducciones. Y seis niñas vestidas de mujeres “como las de antes” que cantan: “Tengo que cuidar a mi Ksi-merito, es tan frágil él porque es el más chiquito. No lo saques de la incubadora, porque sin tu amor no se mejora. Un beso, tal vez, y vuélvelo a meter”.

En el video, algo creepy que vale la pena ver, se repite como un mantra: "Baño, vacuna, comida". Ahí está el eje central de esta industria nada inocente, porque la "misión" de sus creadores es "encontrar a los 'padres' que adopten a uno de todos los Neonatos que han llegado a la Tierra, para que les brinden el cariño y los cuidados necesarios por ser bebés tan pequeños y delicados".

Para esa tarea se venden incubadoras, vacunas, remedios, ropa y otros accesorios para cuidar a un cigoto, que en definitiva es “la célula resultante de la unión del gameto masculino con el femenino en la reproducción sexual de los animales y de las plantas”, según la Real Academia Española.

La misión

En la descripción oficial aseguran haber recreado “la experiencia de los Neonatos”, con el propósito explícito de ofrecer entretenimiento y diversión, y de contribuir, además, “a la creación de hábitos y juegos que creen una conciencia de cuidado y responsabilidad en los niños”. Y se agrega, para que no queden dudas: “Queremos que desde pequeños aprendan a darle valor a un ser vivo, a cuidarlo, y a que disfruten de un juego sano”.

En resumen, los Ksi-meritos crean la conciencia en los niños de la importancia de cuidar al niño desde mucho antes del nacimiento.

Amparo Serrano, creadora de esta serie (se hizo conocida por VirgencitaPlis, la pequeña Virgen de Guadalupe hecha juguete), contó que estos cigotos vienen del planeta imaginario Neonatitlán, donde nacen los Ksi-meritos dispuestos a ser adoptados.

Un Ksi-merito tiene “la piel suave y libre de folículo piloso (también conocido como pelo). Sus extremidades son más delgadas y articuladas. En la primera etapa, debe mantenerse dentro de su incubadora para permitir la maduración y el desarrollo óptimos”.

El video promocional, que ofrece varias pistas para entender el fenómeno, fomenta por añadidura la idea de que las niñas deben dedicarse con devoción a la maternidad, estereotipos de género que también hoy están en discusión, aunque siguen arraigados en Latinoamérica.

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