PuroMarketing La moda del No-Logo llega a los millennials: quieren ropa sin logos

Durante años y años, las marcas confiaron en una estrategia esencial para dar valor a sus productos: el logo. Llevar un polo con el cocodrilo de Lacoste o un bolso con las siglas LV eran sinónimo de estatus, de estilo, de prestigio: la gente pagaba por llevar ese logo bien visible.

Los jóvenes actuales, sin embargo, parecen dar preferencia a las prendas que carecen de logo y las marcas han de adaptarse a la nueva situación. Abercrombie se vio forzada a prescindir de su famoso alce, Michael Kors ha cambiado el diseño de sus bolsos para incluir menos "MK" (y ahí comenzaron a recuperarse las ventas) y Gucci también ha apostado por logos menos visibles. Las marcas que siguen fieles al logo bien grande, ven como disminuyen las ventas.

Y es que según un informe de Goldman Sachs, los consumidores jóvenes prefieren ropa sin logos de ningún tipo, y se trata de una tendencia que va en alza. Además, los distintitivos de prestigio han ido desplazándose hacia el sector de la tecnología: comprar el móvil de moda puntúa más alto que comprar prendas de marcas de lujo. Como consecuencia los millennials están cada vez menos dispuestos a gastar grandes cantidades de dinero en moda (mientras, además, florecen más y más marcas de ropa low cost que ofrecen diseños actuales que visten hasta las celebrities y jet set).

Los datos de Morgan Stanley, también reseñados por Busines Insider, ratifican esta tendencia: mientras sus padres derivaban el estatus del nombre de las marcas, los jóvenes prefieren gastar su dinero en tecnología, comida y vacaciones: pagar más simplemente por un logo no es una de sus prioridades, y además, cada vez se da mayor prioridad a la funcionalidad sobre el nombre de marca.

PuroMarketing La moda del No-Logo llega a los millennials: quieren ropa sin logos

¿Son, por lo tanto, los jóvenes menos marquistas? Cuando menos, lo son de una forma diferente, premiando a aquellas marcas que consideran útiles, valorando especialmente el diseño y la funcionalidad, reivindicando los "chollos" y aspirando a productos que se salgan de lo corriente. Eso sí, están tan dispuestos como sus predecesores a establecer relaciones de identificación con las marcas, solo que la exclusividad, aún siendo un valor en alza, pasa a entenderse de manera distinta.

La "fatiga del logo" como ya se ha nombrado esta nueva realidad, puede tener muchas causas diferentes, que van de los cambios en los hábitos de compra a los propios cambios sociales, donde hacer ostentación de logo se puede comenzar a ver incluso como algo vulgar, pero de lo que no cabe duda es de que es una realidad a la que las marcas que clásicamente se habían basado en el poder de su logo ya se están enfrentado. El logo ha pasado de ser un incentivo para la compra a convertirse en un factor perjudicial para la misma.

El no-logo es la última tendencia en branding de marcas

La respuesta a ese hartazgo ante el logo ha sido, consecuentemente, la irrupción del no-logo. La marca deja de ser representada únicamente por su logo y transmite su identidad a través de la imagen corporativa: color, patrones, formas, texturas, servicio, actitud...

Esta tendencia del no-logo hace que los profesionales del diseño se centren en todos los aspectos relacionados con la marca, y así, construyen una historia mucho más duradera y exportable a otros formatos. Algo que no solo está ocurriendo en el sector de la moda, sino en muchas otras industrias.

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