Moda Re-, el plan de Cáritas para otra vida con la ropa

Cientos de sacas con entre 275 y 300 kilos de ropa cada una se apilan en uno de los laterales de la nave de la empresa Re-iniciar situada en Tomelloso;al fondo, algunas sacas más esperan en un rincón a ser pesadas y marcadas antes de que una carretilla las alce hasta el lugar que corresponda. Las prendas recogidas por Cáritas Diocesana en toda la provincia desde finales del pasado mes de marzo aguarda en este edificio situado en el carretera de Argamasilla de Alba su envío a las fábricas donde se realizará la revisión del material y su clasificación. Una parte se destinará a cubrir las necesidades de las personas atendidas por Cáritas, otras prendas se pondrán a la venta en tiendas Moda re- y otras se descartarán para su uso inmediato, pero se reciclarán para obtener nuevos productos.

La coordinadora del programa de Empleo en Cáritas Diocesana, Maria del Carmen Ruiz, explica en una conversación con La Tribuna, que el proyecto Re-iniciar Alternativa Solidaria es una empresa de inserción promovida desde Cáritas.

«Nos dedicamos a la reutilización y el reciclaje textil», comenta Ruiz, quien detalla que en toda la provincia hay «114 contenedores de recogida de ropa, en 23 localidades», además de otros diez puntos de recogida en diferentes Cáritas. En Ciudad Real capital se han instalado 74 de estos contenedores. Las prendas llegan desde todas las parroquias y de las Cáritas parroquiales e interparroquiales de toda la provincia.

Moda Re-, el plan de Cáritas para otra vida con la ropa - Foto: Rueda VillaverdeEl material recogido se embolsa y desde esta nave debe enviarse a algunas de las plantas que forman parte de este proyecto, instaladas en Barcelona, Bilbao y Valencia, aunque la pandemia ha hecho que hasta ahora no se haya podido realizar esta parte del trabajo. El proyecto incluye en su concepción la apertura de tiendas que hagan uso de la marca Moda re, aunque se espera que en breve plazo se pueda abrir en Ciudad Real.

A través de esta firma se consigue «ofrecer a las personas en situación de exclusión social un proceso para volver a trabajar dentro de una empresa de inserción y luego una oportunidad de incorporarse al mercado laboral». Estas personas son objeto de «un acompañamiento técnico, de formación», de cara a que adquieran las habilidades y competencias necesarias para el trabajo que van a desempeñar.

En este proceso intervienen también los conductores que se dedican a la recogida de la ropa y son también quienes la descargan y la meten en las sacas. La técnico de producción, Virginia Arribas, es la que organiza las rutas «que van por todos los pueblos». Del mismo modo, el proceso para crear tiendas en las que se distribuirá esta ropa, generará también empleo social. «Estaba previsto para final de año, pero por el COVID no hemos podido abrir la tienda», refiere Ruiz.

Por su parte, Arribas reconoce que actualmente la nave está cerca del máximo de su capacidad de almacenamiento, debido al tiempo que ha estado sin enviarse material a las plantas de tratamiento. En ese sentido, espera que en poco tiempo las plantas vuelvan a recibirmaterial.

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